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Los presuntos asesinos del pastor evangélico de 84 años a quien despojaron de su vida el pasado martes en Boca Chica, fueron devueltos desde la Fiscalía de la provincia Santo Domingo, al encontrar que el expediente era inconsistente y no contaba con fundamentos fuertes que los comprometiera.
Listín Diario supo anoche defuentes policiales vinculadas a la investigación que la oficina que coordina a los fiscales del municipio Santo Domingo Este dispuso la vuelta del expediente de los implicados a Boca Chica, por no encontrar argumentos válidos para instrumentar un expediente acusatorio en contra de los imputados Wilkin Ferreras Moreta, de 37 años; Junior Peña, conocido como El electricista, de 27, y Duarte Samboy Félix, de 30.
La víctima mortal fue el anciano de 84 años, Héctor Francisco González, asesinado a sangre fría, luego de ellos amordazar a su esposa y una sobrina, quienes vivieron una noche deterror insufrible en el barrio Los Tanquecitos de Andrés, Boca Chica.
Sin embargo, las autoridades del ministerio público de Boca Chica refutaron la versión, e incluso alegaron que se entrevistaron, se tomaron las capuchas y que se ha verificado una especie de conflicto de intereses porque varias de las personas que hicieron la labor de reconocimiento, y que estuvieron en la escena del crimen, ahora han cambiado sus declaraciones.
Listín Diario supo anoche defuentes policiales vinculadas a la investigación que la oficina que coordina a los fiscales del municipio Santo Domingo Este dispuso la vuelta del expediente de los implicados a Boca Chica, por no encontrar argumentos válidos para instrumentar un expediente acusatorio en contra de los imputados Wilkin Ferreras Moreta, de 37 años; Junior Peña, conocido como El electricista, de 27, y Duarte Samboy Félix, de 30.La víctima mortal fue el anciano de 84 años, Héctor Francisco González, asesinado a sangre fría, luego de ellos amordazar a su esposa y una sobrina, quienes vivieron una noche deterror insufrible en el barrio Los Tanquecitos de Andrés, Boca Chica.
Sin embargo, las autoridades del ministerio público de Boca Chica refutaron la versión, e incluso alegaron que se entrevistaron, se tomaron las capuchas y que se ha verificado una especie de conflicto de intereses porque varias de las personas que hicieron la labor de reconocimiento, y que estuvieron en la escena del crimen, ahora han cambiado sus declaraciones.
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